Curar los órganos a través de los sabores
¿Alguna vez han
escuchado que para la gripe una sopita de cebolla? En realidad, es perfecta, ya
que la cebolla es picante y tonifica al pulmón, equilibrando su energía y
funcionamiento.
Según la
Medicina Tradicional China existen cinco sabores principales: amargo, dulce,
picante, ácido y salado. Cada uno de estos sabores esta relacionado con un
movimiento y tonifica al órgano correspondiente. El hígado pertenece al
movimiento madera y se tonifica con el sabor ácido, el corazón al movimiento
fuego y se equilibra con el sabor amargo, el bazo y el páncreas al movimiento
tierra y el sabor dulce, los pulmones al movimiento metal que se tonifica con
el sabor picante, y los riñones representan el movimiento agua y el sabor
salado. Basado en este conocimiento, una forma natural de tratar afecciones en
distintos órganos es a través de los sabores de los alimentos. Por lo que una
deficiencia de hígado puede ser tratada con la ingesta de alimentos ácidos,
preferiblemente frutos frescos como el tamarindo. En el caso del pulmón, si
está en vacío o deficiencia, se puede ayudar con alimentos picantes como la
cebolla o el jengibre, y así con cada uno de los órganos y sus sabores, pero
siempre buscando el equilibrio, ya que por ejemplo: la sal estimula el riñón y
la vejiga, pero su exceso puede afectar al corazón.
Ruder Rueda
Ruder Rueda
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