¿Comes para nutrirte adecuadamente? o ¿lo haces por costumbre?

Desde pequeños nos acostumbraron a comer de cierta forma, de acuerdo a las costumbres de la familia, a las tradiciones de la localidad, al tipo de alimentos que se cosechan en la zona y al ritmo de vida en que se vive. Hay familias por ejemplo en las que es tradición comer arepas o pasta en la noche, otros acostumbran a  acompañar el almuerzo con pan, o a incluir siempre arroz, papas, pasta u otro carbohidrato en el almuerzo. Se ha hecho tan común por ejemplo: comer y beber al mismo tiempo, tomar jugos de frutas o refrescos con las comidas, tomar sopa y luego el seco, comernos un postre o un plato de frutas después del almuerzo, entre otras cosas. Tan acostumbrados estamos, que hasta cuando comemos en un restaurant lo primero que nos pregunta el mesonero es: ¿qué desea beber?, luego: ¿qué le gustaría como primer plato o entrada?, ¿quiere pan con ajo? ¿…y como segundo plato?, y finalmente ¿desea un postre?. Algunos hasta te ven raro si por ejemplo pides un solo plato, no tomas jugo o refresco y no comes postre. Todo eso hace que para nosotros sea normal y adecuado comer como hasta ahora lo hemos hecho, no exploramos otra posibilidad y mucho menos se nos ocurre pensar que hay muchas cosas que no estamos haciendo bien. Además, muchos dirán ¿porque cambiar? si todos en nuestro círculo familiar y amistades comen de esa manera y “son  sanos”.

También hay quienes hacen cosas como: saltarse el desayuno y en algunos casos hasta el almuerzo. He visto casos de personas que comen una sola vez al día, devorando en la noche todo lo que les pasa por el frente. Otros pasan todo el día comiendo, desayunan, meriendan, vuelven a merendar, almuerzan, luego meriendan de nuevo, cenan y a veces se comen alguito antes de dormir. Es común también escuchar a personas que por bajar de peso adoptan nuevas tendencias, como la de comer cinco veces al día. Se ha hecho común consumir grandes cantidades de refresco y de té instantáneo, a tal punto que, hay personas que no toman agua. He tenido pacientes que cuando les digo que tienen que tomar más agua, me contestan: “a mí no me gusta el agua” o “yo no tomo agua”, “¿no puede ser jugo o té?”. Y ni hablar del gran incremento en las últimas décadas del consumo de comidas chatarra y de azúcar refinada.

Deberíamos prestar un poco de atención a: ¿que comemos?, ¿a qué hora lo hacemos? y ¿cómo combinamos los alimentos?. Aunque para la mayoría, comer es una simple necesidad, también es un espacio de tiempo que dedicamos a nutrirnos, a reponer energía y a entregarle, a esta increíble maquinaria que llamamos cuerpo, todo lo necesario para que permanezca sano.

Ruder Rueda

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Cómo debemos tratar a los otros?

“El 99% de las personas cree pertenecer al 1%” ¿Te consideras del 1%?