¿Cómo debemos tratar a los otros?

Recientemente encontré entre mis archivos un hermoso mensaje que había guardado, donde un discípulo le pregunta a su maestro: “Maestro, cómo debemos tratar a los otros”, a lo que el maestro simplemente le responde: “No existen otros”… Que simple y que complejo de entender.

No sé cómo habré entendido este mensaje en otro momento de mi vida, pero ahora que lo leo de nuevo, me conmovió mucho, ya que entiendo de qué se trata y voy a tratar de explicárselos a continuación.

La humanidad es como un gran ser vivo, un sistema perfecto, donde todo lo que existe tiene una función fundamental y donde todos deben cumplir esa función para mantener el equilibrio del sistema. Cada quien debe hacer lo que tiene que hacer. Es como el cuerpo humano por ejemplo, donde cada célula, cada tejido y cada órgano cumplen una función específica; todos deben trabajar en forma armónica y coordinada para que el sistema funcione perfectamente y no falle, ya que de eso depende que ese ser vivo permanezca saludable y funcione coherentemente. Se imaginan por ejemplo: ¿la mano derecha enemistada con la mano izquierda? Les parece tonto ¿verdad?, o ¿el páncreas molesto con el estómago y el intestino, negándose a cumplir su función?, o que ¿los pulmones se rehúsen a entregar oxígeno a las sangre y las células del cuerpo?... es absurdo ¿cierto?, ya que de todos depende que el sistema funcione. Lo mismo sucede con nosotros, todos formamos parte de un ser vivo maravilloso al cual llamamos Dios, Energía o Conciencia, en fin, todos pertenecemos a él y somos responsables de hacer lo que nos corresponde para que ese hermoso sistema al cual pertenecemos permanezca sano y vivo.

Como seres humamos pertenecientes a este gran ser vivo, no es lógico hacer daño a los “otros”, o tratarlos mal, ya que eso afectaría el equilibrio del sistema, y nos afectaría también a nosotros. Es como si una célula de tu cuerpo se peleara con la de al lado, y le hiciera daño o la perturbara… eso podría causar una reacción en cadena. Lo mismo es con nosotros, todos somos uno solo, un solo ser vivo, no hay otros.

De eso se trata, “No hay otros”  y es algo que tenemos que entender. Los otros no existen, todos somos solo un pedacito del mismo ser vivo.

Ruder Rueda