Recordando quien soy
Es la pregunta que muchos se
hacen, y no solo esa, también nos preguntamos, ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy?, ¿Qué
hago aquí?... El problema es que desde que nacemos, otras personas nos asignan
un nombre, nos inculcan principios, creencias, valores, y hasta una religión.
En otra etapa de nuestra vida estudiamos y nos hacemos de una profesión u
oficio, nos llaman: músico, doctor, mecánico, contador, abogado, cocinero, etc.
y también nos creemos eso. Toda esa experiencia hace que olvidemos quien
realmente somos. Vivimos una vida siendo Pedro, Pablo, María, Carla, Laura,
etc., siendo el hijo de, el hermano de, el padre de, etc. Por otro lado, nos
desarrollamos en un ambiente social que nos amolda a su antojo, y donde además
nos catalogan como: rico, pobre, bueno, malo, serio, divertido, agradable, gruñón,
próspero, triunfador, fracasado… y pare de contar.
Imaginemos por un instante que
vivimos en una época donde no existe el lenguaje verbal, ni grupos sociales, ni sistemas
educativos o de enseñanza, ni religión… Imagina que naces y no te asignan un
nombre, tampoco te inculcan principios, ni valores, ni creencias, ni miedos que
te limiten. Imagina también que estás rodeado de muchas otras personas que hacen
lo que tiene que hacer en armonía, y que tu madre te cuida y alimenta con amor,
sin decirte quién eres, ni quiénes son los que te rodean. Mientras creces, te
dedicas: a observar, a sentir y a aprender, por ti mismo, decides que te gusta
y que no, con quien estar y de quien alejarte, además eres libre de decidir qué
hacer. Nadie te dirá si es bueno o malo, si te dará dinero o no, si podrás
vivir de eso no. Simplemente sientes y vives en armonía con el resto de los
seres que te rodean.
¿Entiendes que lo quiero decir?
Recordar quien eres es un hermoso
viaje que puedes iniciar hoy mismo, solo tienes que tomar la decisión de escuchar
a tu corazón, a tu niño interior, a tu verdadero ser. Es más simple de lo que
te imaginas, se trata de sentir y vivir. Todo lo que te acelere el corazón o
traiga una sonrisa a tu rostro, te acerca a tu verdadero yo. Sentir, Sentir, Sentir…
es simple y natural. Sé cómo un niño, que siente deseos de jugar y juega,
siente ganas de embarrarse en el lodo y lo hace, le provoca acariciar a un
perrito y simplemente lo hace, pide comer lo que le gusta, y sonríe, porque lo
disfruta sin culpa. Vive sin miedo y sin culpa, y ve por lo que amas. Lo más
hermoso de este viaje es que cada día vas a estar más en contacto contigo mismo
y lo vas a disfrutar más. Comienza entonces!!! Escucha a tu corazón, ¿Qué te
dice? Quiero pintar, quiero viajar, quiero comer chocolates, quiero escribir,
quiero construir un gran edificio, quiero ser famoso, quiero tocar un
instrumento, quiero aprender a cocinar, quiero pilotear un avión… Escúchalo y
siente, tu corazón te habla, y una sonrisa en tu rostro te lleva a donde tu
niño interior desea ir. Hazlo, no tengas miedo, no sientas culpa, no pienses
que es tarde, solo hazlo.
Para recordar quién
eres, necesitas olvidar lo que otros te dijeron que eres.
Ruder Rueda
Muy bueno amigo.
ResponderEliminarExcelente cuñado
ResponderEliminar